Por: Milagros Sánchez Pinzón
Durante el período de colonización española en las tierras del istmo de Panamá, los pueblos de la costa del Pacífico de Chiriquí sufrieron el azote de los piratas. Muchas fueron las vicisitudes y sufrimientos de los pobladores de Remedios y Alanje, cuando fueron asaltados por los piratas Sawkins y Townley.
Relata el profesor Rubén Darío Carles, en su obra 220 años del período colonial en Panamá, que primero fue el capitán Sawkins, en 1682, quien desembarcó en Coiba y decidido se estrelló contra las defensas de la población de Pueblo Nuevo (Remedios), encuentro en el cual perdió la vida.
Destruído Pueblo Nuevo todavía quedan como testimonio de su existencia el brocal de un pozo y los restos de los basamentos de la población establecida por el gobernador Lorenzo del Salto en 1622. Más tarde, el caserío fue trasladado al lugar que ahora ocupa.
Es curioso anotar que muchos de los basamentos que soportaban las columnas de la antigua iglesia de Pueblo Nuevo fueron trasladados al pueblo ahora existente y su campana, con inscripción de 1682, fue la misma que se tocó en arrebato ante el ataque de los piratas y la imagen de Nuestra Señora de los Remedios es la misma que oyó la súplica de los creyentes que le pedían protección divina ante el inesperado y brutal de los filibusteros.
Años después, el pirata Townley atacó e incendió San Lorenzo y Alanje, a este último lo asaltaron en 1686, también motivó su traslado del asentamiento original. Los asaltantes desembarcaban en las poblaciones costaneras en busca de aprovisionamiento, especialmente granos y carne. Pueblo Nuevo, Alanje y San Lorenzo, recogían grandes cosechas de maíz y frijoles y sus llanuras colindantes estaban repletas de ganado. Por tal razón, el rescate de los pobladores hechos prisioneros era pagado en fanegadas de maíz, arroz y frijoles y la carne de nollivos gordos, en salazón.
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