Por: Milagros Sánchez Pinzón
En noviembre de 1941, el chiricano Rubén Darío Samudio, recién llegado de los Estados Unidos con estudios en radio ingenería, instaló un transmisor en el Barrio Varital de David con las intenciones de inaugurar el 15 de diciembre de ese mismo año una radioemisora, planes que se frustraron por el ataque japonés a Pearl Harbor y la declaración de guerra de Panamá contra las potencias del Eje. Cinco años después, Samudio fundó -en unión de los empresarios Servio Tulio Tribaldos y Lorenzo Esquivel Delgado- la «Sociedad Radio Emisora La Voz del Barú», convirtiéndose él en su primer locutor.
Las dos primeras torres de la emisora fueron compradas al Ejército de EE.UU., estacionado en Base de La Primavera y fueron emplazadas en Doleguita. Los transmisores se instalaron en Valbuena, a orillas del río David, posteriormente fueron trasladados a Santa Cruz. Desde su nacimiento, la emisora se ubicó en la planta alta del Jardín Carta Vieja, en una esquina frente al Parque de Cervantes y lideró una serie de campañas de gran beneficio para la sociedad: alfabetización radiofónica, construcción del Obispado de David, la Escuela República de Francia y el monumento en el Parque de las Madres.
Artistas nacionales y extranjeros visitaban contínuamente a La Voz del Barú: los hermanos Ferrandiz, de México; el actor Fernando Fernández, Los Churumbeles de España, el cubano Luis Carbonell, Lucho Gatica y el Trío Los Panchos, el dramatizador de novelas Andy Russell, el cubano Reinaldo Díaz, el argentino El Indio Duarte, los mexicanos Marcos Antonio Muñiz, Carlos López Moctezuma, entre otros.
Don Rubén Darío estuvo al mando de esta institución radial durante treinta años, se retiró en 1976 por motivos de salud. Sus aportes al progreso de la radiocomunicación le adjudicaron el título «Padre de la Radiodifusión Chiricana».
Foto Cortesía de Rubén Darío Samudio, hijo.
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