Por: Milagros Sánchez Pinzón. Semanario Culturama.
Siempre había creído que Los Planes (ese caserío intermontano donde se encuentran las abandonadas estructuras que una empresa extranjera levantó décadas atrás mientras construía la Hidroeléctrica Fortuna) le pertenecía al corregimiento de Hornito, pero hurgando en los mapas topográficos y en los Censos Nacionales de Población y Vivienda se nos revela que es el más septentrional de los poblados del corregimiento de Gualaca, cabecera, donde también se localiza Londres, comunidad que pese a su peculiar designación es casi desconocida.
En Los Planes, a unos 958 metros sobre el nivel del mar, hemos descubierto uno de los sistemas de cascadas más espectaculares de Chiriquí. Llegar a este sitio resulta relativamente fácil, si lo comparamos con otras travesías realizadas entre los bosques neotropicales para desentrañar las cascadas chiricanas.
Como a media hora del centro de Gualaca, en la ruta hacia Bocas del Toro, se ubican las edificaciones abandonadas de la empresa hidroeléctrica; se toma el camino inmediato (a la izquierda); se pasa por la Escuela de Los Planes y el auto se deja en una lechería, en cuyo frente se encuentra el portón de la finca que da acceso al conjunto de saltos.
El trayecto no consumirá más de 30 minutos hasta divisar la primera de las cascadas, con una caída no superior a los 15 metros; luego se encontrará otro salto -cuya inclinación de 45 grados la hacen muy particular. Descendiendo por el bosque de galería y ayudados por las raíces y lianas arbóreas, así como por las rocas empotradas en el sendero, se puede apreciar otro escalón natural del río cuya "cabellera líquida" alcanza mayor anchura y un salto entre 10 a 15 metros.
Finalmente, el cuarto y último de los chorros resulta el más espectacular: discurre desde casi 40 metros y, muy cerca de ahí, desde las paredes rocosas volcánicas, emanan ojos de aguas con temperaturas entre los 39 y 42º C, aproximadamente, condición que las clasifica como fuentes mesotermales o calientes.
La corriente de agua que origina todas estas caprichosas formas geológicas es el Brazo del río Estí, el mismo río que taladra Los Cangilones de Gualaca, a unos 119 metros sobre el nivel del mar, y es considerada una de las Diez Maravillas de Panamá. La próxima vez que decida entrar en contacto con la naturaleza, sin invertir mucho tiempo, remóntese a las tierras altas de Gualaca, ahí podrácontemplar y refrescarse en los imponentes Cuatro Saltos del Estí y, todo ello, alejado del mundanal ruido…
Fotos: Milagros Sánchez Pinzón
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