Por: Milagros Sánchez Pinzón. Semanario Culturama.
Tres embarcaciones inglesas Susan Constant, Goodspeed y Discovery atracaron en una península oriental de América del Norte en abril de 1607.
La primavera en todo su esplendor recibió a los 104 viajeros que iban a bordo de las naves, quienes al tocar tierra consideraron el lugar como un verdadero paraíso. Los aventureros andaban en busca de recursos para comerciar pues trabajaban para la Compañía Virginia de Londres (de ahí la designación, Virginia, que recibiría posteriormente ese territorio). Al sitio que establecieron lo bautizaron Jamestown, en honor al rey James I, gobernante sobre toda Inglaterra. Este se convertiría en el primer asentamiento británico de carácter permanente en la América Anglosajona y donde bien podría decirse comenzó la historia del Imperio del Norte.
Liderados por el capitán Christopher Newport, los colonos británicos erigieron un fuerte sobre una pequeña península que los protegía de la amenaza española y de los indígenas del área, estos últimos dirigidos por Powhatan. Pese a los esfuerzos realizados, el Fuerte de Jamestown sucumbió ante las presiones externas y nació un nuevo poblado en otra ubicación.
Las diferencias abismales entre las culturas aborígenes y la europea se mantuvieron por varios años y solo se logró un periodo de paz gracias a la más famosa natural de la región: Pocahontas, una de las hijas del líder Powhatan. Esta amerindia se vincula -más por tradición que por documentación histórica- con el capitán John Smith, el primer gobernador de Virginia, y de esta supuesta relación han surgido variadas novelas y producciones cinematográficas. No obstante, de lo que si hay evidencia es que Pocahontas contrajo matrimonio con el plantador inglés John Rolfe, en 1614, enlace que creó un clima pacífico entre los colonos de Jamestown y las tribus de Powhatan durante largos años.
Desde aquel 1607, los ingleses expandieron el proceso de colonización por las tierras de la América Septentrional, unos afanados por la libertad religiosa, otros por requerimientos económicos. Surgió Plymouth en 1620 y Boston en 1630. Poco a poco, continuarán apareciendo los poblados que modelaron aquellas 13 colonias que más de un siglo después proclamaron su independencia de Gran Bretaña y dieron forma y vida a la nación mas poderosa del Planeta, aquella que emergió del pequeño caserío de Jamestown.
Descubrimientos arqueológicos en 1994 dieron con el sitio exacto de este primigenio asiento, donde se han levantado museos, monumentos y todo un complejo histórico en derredor, que lo convierte en uno de los principales puntos de interés turístico en el actual estado de Virginia, en la costa este de los Estados Unidos.
Fotos: Milagros Sánchez Pinzón.
La primavera en todo su esplendor recibió a los 104 viajeros que iban a bordo de las naves, quienes al tocar tierra consideraron el lugar como un verdadero paraíso. Los aventureros andaban en busca de recursos para comerciar pues trabajaban para la Compañía Virginia de Londres (de ahí la designación, Virginia, que recibiría posteriormente ese territorio). Al sitio que establecieron lo bautizaron Jamestown, en honor al rey James I, gobernante sobre toda Inglaterra. Este se convertiría en el primer asentamiento británico de carácter permanente en la América Anglosajona y donde bien podría decirse comenzó la historia del Imperio del Norte.
Liderados por el capitán Christopher Newport, los colonos británicos erigieron un fuerte sobre una pequeña península que los protegía de la amenaza española y de los indígenas del área, estos últimos dirigidos por Powhatan. Pese a los esfuerzos realizados, el Fuerte de Jamestown sucumbió ante las presiones externas y nació un nuevo poblado en otra ubicación.
Las diferencias abismales entre las culturas aborígenes y la europea se mantuvieron por varios años y solo se logró un periodo de paz gracias a la más famosa natural de la región: Pocahontas, una de las hijas del líder Powhatan. Esta amerindia se vincula -más por tradición que por documentación histórica- con el capitán John Smith, el primer gobernador de Virginia, y de esta supuesta relación han surgido variadas novelas y producciones cinematográficas. No obstante, de lo que si hay evidencia es que Pocahontas contrajo matrimonio con el plantador inglés John Rolfe, en 1614, enlace que creó un clima pacífico entre los colonos de Jamestown y las tribus de Powhatan durante largos años.
Desde aquel 1607, los ingleses expandieron el proceso de colonización por las tierras de la América Septentrional, unos afanados por la libertad religiosa, otros por requerimientos económicos. Surgió Plymouth en 1620 y Boston en 1630. Poco a poco, continuarán apareciendo los poblados que modelaron aquellas 13 colonias que más de un siglo después proclamaron su independencia de Gran Bretaña y dieron forma y vida a la nación mas poderosa del Planeta, aquella que emergió del pequeño caserío de Jamestown.
Fotos: Milagros Sánchez Pinzón.
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