Por: Milagros Sánchez Pinzón. Semanario Culturama.
El relieve del distrito de Bugaba, construido en gran parte por la acción geovolcánica del Barú, presenta un complicado y hermoso paisaje natural en el cual varios cauces fluviales describen sus trayectorias, desde elevaciones que sobrepasan los 3 000 metros sobre el nivel de mar hasta caer en los 100 metros de altitud.
La marcada diferencia altimétrica que registran los ríos y quebradas del distrito de Bugaba, así como las condiciones geológicas de la región, permiten la existencia de interesantes y diversas cascadas. Según la enciclopedia digital Wikipedia “las cascadas son formaciones geológicas que generalmente resultan del flujo de la corriente de un río sobre un terreno rocoso resistente a la erosión y que forman saltos con alturas significativas. Cuando la altura es considerable suelen recibir el nombre de cataratas".
Durante nuestro recorrido por las tierras bugabeñas para descubrir posibles sitios de interés turístico, tuvimos la oportunidad de dialogar con don Abelardo Coba (q.e.d), quien nos indicó cómo podíamos llegar al chorro más alto por él conocido. Deseosos de encontrar la misteriosa caída y para comprobar lo que decía el “Señor de los Vinos”, nos adentramos por el corregimiento de Volcán para descubrir la caída de agua más deslumbrante que hemos divisado en las tierras bugabeñas: El Salto del Tigre, formada por el río Colorado en su avance hacia el cauce del Chiriquí Viejo, del cual es un afluente. El Colorado discurre por un lecho rocoso volcánico que le ofrece tal resistencia que origina la imponente cascada, localizada a unos 1 700 metros de altitud, en el corregimiento de Volcán.
Para apreciar esta maravilla de la naturaleza es necesario tomar el camino de piedra que se encuentra a la derecha en la ruta Volcán-Río Sereno, frente al Cerro Silla de Pando. A unos 8 kilómetros de camino se localiza la Hacienda Puerta del Cielo, de Claudio Lacayo, donde se establecerá el contacto con un guía que le conducirá por una larga trocha boscosa, con fuertes pendientes.
Cuarenta y cinco minutos exige el descenso hasta el cauce del Colorado; luego se avanza corriente arriba, rodeado por una enmarañada y exuberante vegetación, cruzando el cauce por inmensos árboles caídos o introduciéndose en el agua, hasta alcanzar la esplendorosa “cabellera de agua" que, según Coba, alcanza los cien metros de altura.
Después de apreciar, desde una distancia considerable el potente chorro (una aproximación mayor resultaría dañina por la presión del mismo), el observador ascenderá por un terreno que le exige buenas condiciones físicas. Existen referencias de que algunos turistas citadinos requirieron cuatro horas.
Aunque la aventura por El Salto del Tigre resulta agotadora, la paz y el sosiego que embargan al espectador cuando uno se detiene frente a este portento natural, compensan el esfuerzo que reclama desentrañar este paraje escondido en las montañas de Bugaba.
*Algunas fotografías presentan a Alvis Chávez, trabajador de la Hacienda Puerta del Cielo, quien sirve de guía para descubrir, dentro del enmarañado bosque, la hermosa caída de agua.
hermoso, vamos a ir pronto, amo su blog, Mariel de enlodados.com
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