Por: Milagros Sánchez Pinzón. Semanario Culturama.
Cuenta la tradición oral boqueteña que -escondida en la selva cordillerana entre las tierras de Chiriquí y Bocas del Toro- existe una misteriosa mina de oro. Para algunos, los amerindios lograron extraer de ella material aurífero; para otros, no existía tal mina sino una cueva donde los conquistadores españoles ocultaron barras de oro y cuyo sitio exacto solo era conocido por uno de los pioneros del área, quien se llevó a la tumba el secreto de su ubicación.
Leyendas como éstas siempre se tejen en la mente de los hombres, por ello, con el correr del tiempo, algunos elementos naturales comienzan a vincularse estrechamente con relatos como estos.
El domingo 2 de agosto, un grupo de expedicionarios davideños nos dispusimos adentrarnos por el transfronterizo Parque Internacional La Amistad (el PILA) y, localizar en esa recóndita pluviselva la Quebrada La Mina, el curso de agua que da origen a tan simpática leyenda popular.
La Mina es una sinuosa y potente corriente que pertenece al corregimiento de Los Naranjos, en el distrito de Boquete; nace a más de 2000 m.s.n.m. y en su rápido desplazamiento para encontrarse con el río Caldera, talla sobre el terreno dos soberbias cascadas, separada una de la otra por 600 a 800 metros. Un primer chorro cae desde 20 a 25 metros y, como en otras geoformaciones de esta naturaleza, ha labrado en la pared una pequeña cueva de tres por cinco metros de alto. El hermoso estanque formado por el salto resultaría agradable para cualquier bañista habituado a temperaturas tan bajas; para nosotros, ni los pies resistían. Inmensos troncos de árboles abatidos represaban la Quebrada en algunos puntos, evidenciando con ello la potencia alcanzada por esta corriente en sus períodos de avenida.
La otra cascada, emplazada aguas más abajo, resulta más espectacular, con 60 a 80 metros de altura, y encajonada en un lecho con bloques rocosos de gran tamaño, lo cual solo permitía divisarla en una de las laderas de la corriente. Un fugaz arco iris engalanaba la “cabellera líquida" en el breve instante en que un rayo de luz se filtró entre las nubes cargadas de agua que se posan casi siempre sobre la selva neotropical.
Hay dos rutas para acceder a estas cascadas. Por Horqueta se exige casi tres horas y solo una parte del trayecto dispone de un sendero adecuado. En el tramo final se requiere de un hábil trochero, como Carlos Vega, quien machete en mano iba abriéndonos el trillo para poder avanzar hasta la primera cascada y nos mostraba las pisadas dejadas por los felinos que pueblan ese Parque Natural protegido internacionalmente.
Por Bajo Mono la ruta es mejor. Se debe llegar al zarzo que cruza el río Caldera: a la izquierda se va de Culebra a Bocas del Toro, y el camino directo conduce a Quebrada La Mina; se pasan unos cerros con cultivos hortícolas y luego se penetra en el PILA. Desde hace cinco años algunos lugareños colocaron troncos, a manera de escalones y pasamanos, para ayudar a los turistas por esos enmarañados parajes.
Si usa la ruta de Bajo Mono, en la carretera principal (Horqueta-Bajo Mono), no deje de contemplar, aunque sea por unos minutos, la pared de basalto con disyunción columnar en la margen izquierda del río Caldera. Esta formación ígnea amesetada es impresionante, una auténtica prueba de cómo las fuerzas volcánicas modelaron la mayor parte del relieve istmeño.
Fotos: Olmedo Miró Rodríguez y Milagros Sánchez Pinzón.
seria interesante darle continuidad a la investigacion sobre esta leyenda de la mina la Estrella. es cierto que la tradicion oral ya ha casi desaparecido con nuestros viejos pero, talvez algo se pueda rescatar en España con los cronistas o, en Costa Rica, donde tambien se le menciona. Soy egresado de la Facultad de Humanidades de UNACHI, de lo cual me siento muy honrado y, valoro el trabajo que realiza Culturama. Nuestro espiritu investigador siempre nos llevo a indagar con ancianos sobre el tema y alguno me llego a decir que observo la entradad de la mina, sin embargo, no se pudo encontrar luego. Parecido a la leyenda del barco perdido del desierto de Mojave u otras historias, nuestra mina la ven una vez y, luego no es posible localizarla mas. Esto me permite añadir un ingrediente mas a la ya interesante historia, y es el aspecto mistico, oculto o, espiritual del tema, parecido a la historia de la tribu "conejopintado" que aparentemente, aun sobrevive en la cordillera Central, haciendose visible o invisible, segun sea la necesidad. Esto nos dice que aun hay muchas historias y leyendas que investigar y .... contar. Saludos, Culturama.
ResponderEliminarSe cuenta de una mina pero no se sabe ciencia cierta.
ResponderEliminarLo que si es cierto que en los tiempos que kurt hemerling saqueaba todas las huacas conocidas alla por la decada de los 60. habia un huaquero extranjero tambien, que se dedicaba a buscar y sacar huacas de tiempo completo aca en tierras altas me contaba un amigo que conocio a los dos .que un dia de agosto el extranjero lo llamo por telefono y le comunico que habia lo que el nesecitaba y que despues de esto no hiba a tener que trabajar en toda su vida y le comunico que queria que lo acompañase.pero el amigo en cuestion por asuntos de trabajo no pudo ir.despues dw esto no supo nada de el ni de los que lo acompañaban.con el pasar de los años supo de un extranjero viejo que vive con los indios de la sierra y el presume que es su amigo
Mi bisabuelo tenia el mapa para llegar hasta la mina de las estrella. El era de alanje pero en la guerra de los mil dias tuvieron que salir de alanje. El rancho de paja se quemo junto con el mapa. Pero es cierto eso existe hoy dia. Per no se sabe exactamente donde esta.
Eliminar