Gracias a la Asociación China de Chiriquí pudimos participar del Seminario sobre Cooperación en Capacidad Productiva China-América Latina", patrocinado por el Ministerio de Comercio (MOFCOM) y organizado por la Academia de Entrenamiento para Funcionarios Económicos Internacionales (AIBO) del 11 de septiembre al 24 de septiembre, en Beijing, República Popular de China.
La experiencia resultó fascinante. La oportunidad de conocer una de las principales potencias mundiales, cuya cultura milenaria ha impactado en la vida de todo el mundo, comenzó con alojarnos en las instalaciones de AIBO, la Academia Económica, en las afueras de Beijing, donde también se encontraban los 30 participantes de América Latina que estarían con nosotros durante todo el Seminario.
Además de las interesantes conferencias sobre la cultura y los vínculos de China con América Latina por La Ruta de la Seda, se dedicaron varios días a recorrer los sitios más emblemáticos de la capital china: Beijing.
La Ciudad Prohibida, el complejo palaciego situado en la capital, que durante 500 años, desde la dinastía Ming hasta el final de la dinastía Wing, la residencia oficial de los emperadores chinos y su corte, es uno de los más visitados por los turistas internos y foráneos.
Recorrer la ciudad en el Metro de Beijing, la primera ciudad china en estar equipada con un metro, desde 1969. Cuenta con un total de 232 estaciones a lo largo de 465 kilómetros de vía, y la cantidad de usuarios diarios oscila entre 9.8 y 11.6 millones.
Visita obligada en un paso por Beijing es a su Zoológico, para contemplar el animal emblemático de la nación: el oso panda. Simpáticos y juguetones, se contemplan en diferentes escenarios más de una docena de ellos. Pero en el Zoo, que ocupa 89 hectáreas, de los cuales 5.6 son lagos y pantanos, tambien es hogar de miles de especies animales diversas.
Sin embargo, el sitio de mayor impacto para contemplar es la Gran Muralla China, antigua fortificación construida y reconstruid entre el siglo V antes de Cristo y el siglo XVI de la Edad moderna para proteger la frontera norte del imperio chino durante diferentes regímenes. Contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se trata de un complejo que recorre 21,000 kilómetros de longitud. y se trata de la única obra humana que se observa desde el espacio exterior.
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