Por Milagros Sánchez Pinzón. Semanario Culturama. mspinzon@gmail.com
Seis amigas decidimos pasar el domingo 23 de enero de 2011 de una manera diferente: tomamos un bote en Boca Chica (distrito de San Lorenzo) para disfrutar de una pequeña playa en el extremo suroriental de la isla Boca Brava, que se encuentra a unos 12 minutos de la costa.
Playa Cristina nos recibió con el radiante sol de la temporada seca, con sus arenas grises y, sobre todo (lo prioritario para nosotras): con una exuberante arboleda que nos cobijara en su orilla para dejar pasar las horas ojeando una revista, charlando sobre trivialidades o perdiendo la mirada en el mar o en islas cercanas de Linarte, Saíno y Ventana.
Los monos congo o aulladores que pululan por la isla se escuchaban a la distancia, pero a mediodía una pareja de estos primates -con su pequeña cría- comenzaron a hacernos compañía. Se paseaban degustando las hojas de los árboles que nos daban sombra.
Media hora después, ocho de estos escandalosos animalitos hacían fiesta por encima de nuestras cabezas. El estruendo que producían no parecía emanar de esos cuerpos relativamente pequeños. El aullido es emitido por los machos adultos cuando están molestos con otro grupo o al oír ruidos extraños provocados por el hombre. Esta vocalización esta acompañada por los gruñidos de las hembras y los miembros juveniles de la manada.
Nuestras cámaras lograron captar numerosas imágenes de los aulladores y grabarlos en sus rutinas de alimentación y convivencia grupal. Algunos extranjeros, que también disfrutaban de las bondades de Boca Brava, dedicaron varias horas a contemplarlos.
Los monos congo (Alowatta palliata) tienen una coloración que va de negro brillante hasta café rojizo, son fáciles de localizar en el bosque por sus fuertes bramidos. Pueden alcanzar de 60 a 62 cm. de tamaño y pesos de hasta de 22 libras. Dentro de su dieta se encuentran gran variedad de frutos y hojas tiernas de los árboles, de los cuales sus preferidos son los higuerones, el guabo y el níspero.
Nuestro domingo por Playa Cristina resultó lo que esperábamos, un tiempo para alejarnos de lo cotidiano y apreciar las bellezas naturales de nuestras islas, todo ello complementado con el espectáculo gratuito escenificado por los Alowatta y, al caer la tarde, por la langosta con patacones, tomate y lechuga que nos sirvieron en un restaurante en el puerto de Boca Chica...
Fotos: Milagros Sánchez Pinzón.
Simplemente ESPECTACULAR. FELICIDADES Y ÉXITOS MIL.
ResponderEliminarOSMAN