Fundado el 21 de agosto de 1988 en David, Chiriquí. República de Panamá

lunes, 25 de abril de 2011

INAUGURACION DE LA VEREDA RAFAEL BENITEZ PALACIO...


Por: Milagros Sánchez Pinzón

Con el financiamiento de la Autoridad del Turismo de Panamá se culminó la construcción de la Vereda de la Educación Rafael Benítez Palacio, que une los dos únicos monumentos históricos nacionales en el Casco Antiguo de David:  la casa de José de Obaldía Orejuela (el fundador de la provincia de Chiriquí en 1849) y la Torre de la Catedral de San José de David (que data de 1892).
 
El proyecto, que superó los 90,000 dólares, fue propuesto por el Movimiento de Restauración del Patrimonio Histórico de Chiriquí y diseñado por la arquitecta Yamel Gozaine, perteneciente a esta agrupación, quien incluyó segmentos empedrados y adoquinados estilo colonial, jardines, faroles, bancos, arcos y reseñas históricas.
Le corresponderá al Municipio de David, dirigido por el alcalde Francisco Vigil, la administración y mantenimiento de este nuevo espacio recreativo y, a la comunidad chiricana, apoyar y conservar infraestructuras al aire libre como éstas que a la vez preservan la memoria histórica de los pueblos.
La culminación de esta obra se suma a una lista de otras iniciativas en proceso, dirigidas a rehabilitar los principales elementos de valor arquitectónico de este Casco, entre ellos, la Sala de los Héroes de Coto (en el Cuartel de los Linces), el Museo de Obaldía  y la Torre de la Catedral.  Todo ello para hacer del antiguo Barrio El Peligro un verdadero Complejo Histórico –Turístico, un punto atractivo  para visitantes nacionales y extranjeros.
Cabe destacar que, la Autoridad del Turismo hace pocos meses financió también la señalización con los nombres antiguos de las calles y avenidas del sector histórico davideño y que el nombre de la Vereda se da en honor a uno de los pioneros de la educación en Chiriquí.
La Vereda Rafael Benítez Palacio será inaugurada el  martes 3 de mayo de 2011  a las 9:00 a.m.,   con la presencia del Administrador General de la ATP, Salomón Shamah y otras distinguidas personalidades regionales y del país.

sábado, 23 de abril de 2011

EL BUEN NOMBRE...


"El buen nombre" es una película bellísima sobre el amor y los contrastes entre culturas, desgraciadamente poco conocida.  Técnicas sencillas y reparto desconocido conforman una obra preciosa llena de momentos imborrables. Se trata de uno de los mejores trabajos de la directora india Mira Nair, probablemente el más bello. Porque la historia de esta película llega al corazón”.


The namesake (El buen nombre) es una película de 2007 que narra la historia de la familia Ganguli, cuyo traslado desde Calcuta a Nueva York evoca un perpetuo equilibrio para incorporarse a un nuevo mundo sin olvidar el viejo. Aunque los padres,añoran a la familia y la cultura que les rodeaba en la India, se muestran muy orgullosos de las oportunidades que sus sacrificios han brindado a sus hijos. Paradójicamente, su hijo Gogol se siente desgarrado por la búsqueda de su propia y singular identidad sin perder su legado.

El lunes 2 de mayo de 2011 a las siete de la noche, el semanario educativo Culturama presentará esta película en su sede de la Calle del Fresco, en el Casco Antiguo de David. Donación B/.1.00. 

jueves, 14 de abril de 2011

CABELLOS DE ANGEL...

Renacimiento es el distrito más joven de la provincia de Chiriquí, fue creado por ley del 23 de septiembre de 1970. Su cabecera es la comunidad de Río Sereno y sus corregimientos: Breñón, Caisán, Cañas Gordas, Monte Lirio y Santa Cruz. La Ley 41 de 2003 sumó a éstos, los territorios de Santa Clara y Dominical.

Este distrito está emplazado en las tierras altas del noroeste chiricano y limita con la República de Costa Rica. Sus suelos son fértiles, de ahí su alta productividad agrícola, especialmente en el cultivo del poroto (21 variedades), café, plátano, pimentón y tomate.
El paisaje natural que ofrecen las tierras de Renacimiento está salpicado con abundantes fuentes de agua. Le bañan los ríos Sereno, Candela, Chiriquí Viejo, Caisán, Cotito, Pedro Araúz y Blanco.
A este último curso de agua, que nace en el caserío de Breñón (nombre de origen indígena), a unos 700 metros de altitud,  le cae un majestuoso chorro conocido como “Cabellos de ángel”, formado por las aguas de las quebradas Macho, Cuartel de Breñón y del río Brujo.
Observable desde la carretera que conduce de Paso Canoas a Río Sereno, a la altura del caserío de Pavón,  el chorro Cabellos de Àngel tiene una caída de 45 metros, aproximadamente, y en sus cercanías se localizan otras cascadas de menor altitud, ancho y caudal, pero no por eso de inferior belleza, pues cada una posee un atractivo singular.

Así se aprecian los chorros  Escalera, Olguita y Valeria (nombre cuyo origen se relaciona con una india cimarrona o rebelde que, huyendo de sus perseguidores latinos, se precipitó por la cascada). La mayoría de los terrenos colindantes con estos imponentes saltos  pertenece a los hermanos Camilo  y José Castillo. Camilo asegura que, en los veintiséis años de poseer esta propiedad drenada por estas bellezas hídricas, solamente medio centenar de personas han llegado hasta el lugar para deleitarse con el poderoso sonido que genera el líquido al caer o refrescarse en las cristalinas aguas de Cabellos de Ángel. La ribera oriental del río Blanco, donde desemboca la cascada mayor,  presenta un cerrado bosque, en el cual  abundan especies animales y vegetales exóticos.

LA CASCADA DE LA TULIVIEJA...

El domingo 16 de noviembre de 2008, el semanario educativo Culturama se encaminó a descubrir  el chorro que por muchos años  nos mencionaba orgulloso don Félix Caballero (propietario de Finca Camelot en Rincón Largo de Dolega) y al cual se accedía desde sus dominios. 
Como en otras ocasiones, emprendimos la expedición con la creencia de que  no podíamos sorprendernos mucho con lo que encontraríamos:  la cercanía a la ciudad de David  y el hecho de que Google Earth (valiosísima herramienta  satelital de internet), así como  la hoja topográfica que empleamos  como referencia tradicional, registraban  que este salto de agua se ubica a solo 100 metros sobre el nivel del mar,  nos inclinaban hacia una posible decepción expedicionaria. 
Mas una grata  sorpresa nos esperaba más adelante.  Desde Camelot  y guiados por el lugareño Ricardo «Tato» Miranda,  caminamos unos 30 minutos bajo un inclemente sol   (aunque dos de nuestros compañeros de viaje se movilizaron a caballo)  para tener  nuestro primer contacto con una potente y esplendora cascada.  
Esta caída natural es formada por la corriente de la Quebrada Lajas,  casi en su punto de encuentro con las aguas de la Quebrada Magdalena;  presenta unos 10 metros de alto por unos 20 de ancho  y  forma un «charco» de casi treinta metros de diámetro,  fenómeno que la hace más atractiva que otros chorros de más altura  pero que  no conforman en su caída un piscina tan vasta y profunda, de aguas con  un verde intenso.
Quebrada Laja discurre por el corregimiento de Los Algarrobos, mientras que la quebrada Magdalena sirve de límite entre este corregimiento y el de Los Anastacios, del cual Rincón Largo es uno de sus caseríos. Ambas fuentes de agua vierten sus aguas, unos pocos kilómetros más al sur, en la corriente del río David. 
Como entre los moradores del área circula la  leyenda de que La Tulivieja (esa horrible y fantasmal mujer que llora a su hijo perdido) se esconde en una pequeña  cueva labrada por Las  Lajas, bien podríamos bautizar a esta hermosa y citadina caída de agua como La Cascada de la Tulivieja...
Le invitamos a hacer turismo interno y vaya conociendo esos  parajes naturales escondidos pero a la vez tan próximos a nuestra selva de cemento y acero, antes de que desaparezcan por el avance inexorable de la «civilización».

CARRETERA A LIMONES... (Culturama 1046)

Limones es el corregimiento más suroccidental de la provincia y del país, nació como tal en la década del sesenta del pasado siglo XX;  anteriormente era un caserío más del corregimiento de Puerto Armuelles, en el distrito de Barú. 

Como lugar poblado aparece registrado por vez primera, de manera oficial, en el VI Censo de Población y Vivienda, realizado en 1960.  En ese entonces contaba con 245 habitantes.  Se cree que la denominación de este corregimiento está vinculado a la presencia de árboles de limón en la zona,  emplazado en la península Burica, accidente geográfico que Panamá comparte con Costa Rica. 
 
Varios limoneños aseguran que desde los años treinta  comenzaron a llegar a esta región colonizadores procedentes de otros distritos chiricanos, incluso desde la provincia Veraguas.  Durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas militares de los Estados Unidos establecieron una base en  el caserío de Calabazo.  
 
A pesar de su gran potencial turístico,  Limones no fue surcado por una vía de comunicación adecuada hasta 2008, cuando se concluyó la carretera asfaltada que comunica a  Puerto Armuelles con esa comunidad. El semanario educativo Culturama realizó el domingo 24 de agosto su viaje inaugural por esta anhelada vía,  cuyo trazado  se mantiene en muchas partes paralelo a la inmensa Bahía de Charco Azul, lo cual le imprime un atractivo especial al recorrido.    

No obstante,  todavía hay algunos puntos del extremo sur de la península de Burica en donde los pobladores dependen de las mareas para tener acceso a sus caseríos. Entre las primeras familias de los diferentes poblados de Limones se pueden mencionar: Espinosa, Castillo, De Gracia, Rivera, Camarena, Cerceño, Garibaldi y Baúles.
  

EL BANCO DE CHIRIQUI...

En 1945, durante la presidencia de Enrique A. Jiménez, se inauguró el edificio del Banco Nacional, Agencia de Chiriquí.  Esta institución mereció, por su importancia y la influencia decisiva que ejerció desde sus comienzos en el progreso social y económico de la Provincia, ser transformada en una institución autónoma que operó con el nombre de Banco de Chiriquí, protegido por la Ley No. 35 del 16 de septiembre de 1946.


Señala la revista El Barú, editada en 1949 para conmemorar el centenario de creación de Chiriquí, que el radio de operaciones de esta entidad financiera comprendía actividades muy diferentes, tendientes todas ellas a dar la mayor facilidad posible a sus clientes.  Préstamos, descuentos, venta de giros, cheques, etc.  eran algunos de los muchos servicios que esta institución prestó  a la comunidad.
El Banco de Chiriquí estaba orientado por una Junta Directiva compuesta por cinco miembros, la primera que se recuerda estaba conformada por Tomás Arias Quintero, Servio Tulio Tribaldos, Ramón González Revilla, Oscar Osorio y Aristides Romero Chávez, figuras prominentes del quehacer económico regional.  Este Banco, fue dirigido en sus primeros años por Honorio Gil Méndez, quien logró hacer de la institución una de los más distinguidas de la Provincia. No obstante, en los primeros años de la década del cincuenta,  malos manejos administrativos dieron al traste con la reputada institución bancaria regional.

DAVID EN 1915...

La ciudad de David surgió en el núcleo poblacional de lo que hoy se conoce como Barrio Bolívar, mas en las primeras décadas del siglo XX, las residencias y los negocios se fueron extendiendo hacia el occidente y  un solar donde pastaban las vacas, se convirtió en la Plaza del Carmen, hoy Parque Miguel de Cervantes Saavedra. 
Alrededor de la Plaza del Carmen se estableció uno de los primeros hoteles de David, el Hotel del Istmo, emplazado en la esquina donde hoy se encuentra Almacén Romero.  También frente a la Plaza, el político y empresario Salvador Jurado Martínez abrió su Almacén Nuevo Mundo, dedicado al comercio en general y al negocio de madreperlas.    
A la izquierda Hotel del Istmo; a la derecha,  Almacén Nuevo Mundo de Salvador Jurado. El árbol que se observa fue de los primeros sembrados en la Plaza del Carmen, hoy Parque de Cervantes.  1915
 En esos primeros años de la centuria pasada, una de las calles davideñas más importantes era la Calle del Comercio (actual Calle B Norte) donde los empresarios Enrique y Rafael Halphen edificaron el Bazar Francés y el Banco Halphen, una estructura de concreto que rompió con el patrón de las construcciones de madera y tejas propias de la época. Este fue el  primer inmueble de este tipo que se levantó en David, el cual  todavía puede apreciarse.  Años después estas instalaciones fueron ocupadas por el Chase Manhattan Bank y el Registro Civil.  Hasta 1927,  frente al Edificio Halphen estuvo  la Botica La Unión, de Manuel González Revilla, esquina donde  luego abrió su popular cantina el español Bartolomé Tarragó.
A la izquierda,  Botica La Unión de los González Revilla; a la derecha, primer edificio de concreto construido en David, propiedad de Hermanos  Halphen en la Calle del Comercio.  1915.

EL PALACIO MUNICIPAL DE DAVID... (Culturama 987)

 En 1956, cuando Manuel de Jesús García fungía como Alcaldel del distrito de David observó la necesidad de albergar todas las dependencias municipales en un solo edificio, ya que entonces éstas se distribuían en diferentes instalaciones de la ciudad.  El Consejo, por ejemplo, sesionaba en una casa alquilada al señor Bouche, frente al Palacio actual.  La inquietud del recordado periodista García fue apoyada por los consejales:  Dolores de Rincón, Celmira de Malek, Carlos Diez, Pablo Lamboglia, Gonzalo De Gracia, Juan Frauca, Ricardo Esquivel, Leopoldo Amaya y Enrique Jaramillo, quienes mediante el Acuerdo No. 4 del 22 de octubre de 1956 aprobaron una partida de cien mil balboas para la construcción de la obra. Después de varios años de trabajos, encargados a la firma de arquitectos De Roux, Bermúdez y Brenes, el 6 de febrero de 1960 se inauguró el Palacio Municipal de David, que recibió el nombre de Pedro Vidal Escobar (1885-1960), en homenaje al abogado, periodista y hombre público nacido en Taboga, pero que fuera diputado a la Asamblea Nacional por Chiriquí, de 1918 a 1928 y Presidente de la misma en tres ocasiones. Vidal Escobar fue consejal de David por tres periodos, Secretario de la Gobernación de Chiriquí, Jefe de Justicia de la Secretaría de Gobierno  de la República y Juez Primero del Circuito de Chiriquí. Representó a varias firmas nacionales e internacionales, como el Banco Nacional, la Chiriqui Land Company, Enrique Halphen y Cía., y la R.W. Hebard & Co., constructora del Ferrocarril Nacional de Chiriquí. (Algunos datos proporcionados por  José M. Rincón).


EL HOSPITAL DE LA CARIDAD...(Culturama 986)

De entrevistas realizadas a varios personajes chiricanos se tienen referencias de que el único centro de asistencia médica de carácter público en David, antes de la creación del Hospital José Domingo de Obaldía (1933-1935) era el Hospital de la Caridad,  localizado en el Barrio Bolívar,  en un terreno colindante con el actual Cuartel del Servicio Motorizado de la Policia Nacional (Los Linces).
No se conoce el año  exacto en que inició actividades, pero según un escrito del doctor Sebastián Gilberto Ríos,  al médico cubano Manuel González Revilla (quien arribó a Chiriquí en 1890) le correspondió reorganizar el modesto centro hospitalario con sus propios recursos y allí fue nombrado como Médico Jefe. Relatan los descendientes del doctor González Revilla que el Hospital de la Caridad estaba tan poco equipado que el  bondadoso galeno llevaba las sábanas de su casa para suplir las necesidades del lugar,  donde también  fundó una  sala de maternidad.

Dr. Manuel González Revilla
Doña Maruja Pérez de Brenes  recuerda que, en 1925, aproximadamente, el médico español Enrique Solano le atendió una grastroenteritis en ese viejo caserón de madera.  "A este médico le gustaba cazar loros y  usaba las partes de estas aves  para prepararle sopa a sus enfermos en el  Hospital, que era muy pobre".  Don Ramiro  Candanedo Candanedo (1915-2007) manifestó, el 28 de julio de 2006,  en relación con la historia  del  Hospital de la Caridad:  "Casi todo era de madera, con un patio grande.  Aquí me atendió, de un ataque de apendicitis, el doctor  Rafael Sáénz Cuadra, quien sería el promotor del posterior Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía del cual sería el primer director. Sáenz cuadra era, como casi todos los médicos de esa época,  un galeno muy consagrado".  También prestaban sus servicios en el David de finales del siglo XIX y principios del XX, el médico cubano Rodolfo Ross y el colombiano Alejandro Pérez Rivas.

LOS CINES DAVIDEÑOS... (Culturama 985)

Relata Maruja Pérez de Brenes (1920), que Aurelio Delgado Ycaza fue uno de los primeros promotores del cine en David. Papá Yeyo, como le decían, era hijo del veragüense Manuel Delgado, quien tenía barcos de cabotaje que llegaban a Puerto Pedregal, y de la dama panameña Josefa Ycaza.
 
Don Yeyo estableció en los años veinte, del siglo pasado, el Teatro Edén, en un edificio donde hoy se encuentra la Librería Regional, frente al Parque de Cervantes.  Esta sala proyectaba  películas mudas y  se trasladó luego frente a los Largaespada (Ave. 5ta.), en un local del doctor Rodolfo Ross.  Aquí fue llamado Teatro Yara, en honor del pueblo natal del galeno cubano.
Don Yeyo acostumbraba abrir las puertas del cine a quienes no tenían recursos, después de que entraban quienes sí podían pagar.  El periodista Manuel Ramón Guerra recuerda que pagaba diez centavos para ver los episodios de las series de acción y de vaqueros que proyectaba el Yara, donde cabían más de cien personas. El  Yara mantuvo su cartelera hasta 1932, cuando el doctor Paul Revesz abrió el Teatro Imperial, en la esquina de la Pensión Fanita (Ave. 5ta.), pero con la gran novedad de proyectar películas sonoras.
Esta sala de cine desapareció por un feroz incendió, en 1945.  Tras la extinción del Imperial,  nació el Teatro Alcázar construido por la Compañía de Guillermo Tribaldos, propietaria también de una cadena de cines en Boquete (Teatro Cumbre),  La Concepción (Teatro Universal), Puerto Armuelles (Teatro Barú) y David (Plaza).  Durante  algunos años la Empresa Pascual, de la ciudad de Panamá, administró estas salas de proyección fílmica.


Alcázar, construido por la Compañía Tribaldos, a finales de los años cuarenta.  Posteriormente se denominó Cine Imperial.

martes, 12 de abril de 2011

CINEMA PARADISO...


“Sin duda una de las mejores películas hechas jamás. Cualquier calificativo se vuelve pequeño para tan grandioso filme, es... sensacional”. Lugo (España)


Cinema Paradiso es una historia de amor por el cine. Es un filme de 1988 que narra la historia de un niño de un pequeño pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es disfrutar de las películas del cine Paradiso. Encantado por las oscilantes imágenes, Salvatore deseaba con todas sus fuerzas que el cine fuese en realidad mágica. Un día, Alfredo, el operador de cine, accede a enseñar al pequeño los misterios que se ocultan en una película. Todos los niños de la pequeña villa van creciendo, sin perder nunca su amor por el cine, pero llega el momento en el que Salvatore debe dejar el pueblo y comenzar a buscar sus sueños. Y así ocurre durante treinta años hasta que un día un mensaje le comunica que debe volver a casa donde un secreto le espera.

El lunes 18 de abril a las siete de la noche, el semanario educativo Culturama proyectará esta película de 123 minutos.  Los comentarios iniciales estarán a cargo del italo-venezolano Piero Mercanti.

Los esperamos en la Avenida 6ta. Este. La Calle del Fresco, en el Casco Antiguo de David. Donación B/.1.00

lunes, 11 de abril de 2011

EL TROGON CULINEGRO DE DARIEN...

Por: Melva Miranda (email: melva_74@gmail.com)

El domingo 3 de abril, decidimos viajar a Darién, como enviada especial de Culturama y del Movimiento Federalista de Panamá, en una expedición ecoturística, especialmente para el avistamiento de aves, dirigida por Advantage Tours Panamá,  acompañada con unos amigos extranjeros, residentes en Boquete (Jeraldine, Edward y Remi), para conocer La Marea, un pueblo ubicado entre los corregimientos de Camogantí y Tucutí, en el distrito de Chepigana, provincia de Darién. 
Su nombre se explica porque se depende de la marea para acceder a esta pequeña comunidad emberá que posiblemente no llegue a trescientos habitantes. 
Cuando llegamos a Metetí, nos dirigimos hacia Puerto Kimball o Quimba, en el corregimiento de Río Iglesia y abordamos una lancha y viajamos por el Río Tuira para desviarnos por un afluente probable del Río Balsa, al que los lugareños llaman históricamente como Río Marea o Río Bagre. Todo el recorrido nos tomó aproximadamente tres horas, rodeados de un paisaje exuberante, lleno de pájaros, de caña brava y árboles enormes de la montaña darienita. 
Fuimos recibidos por unos alegres y amables  jovencitos emberás, por la abuela Elina y el abuelo Cirilo, dos figuras claves dentro de la administración comunitaria. Fuimos conducidos hasta nuestro bohío o rancho, donde un coordinador de turismo, Bolívar, nos prepararía nuestras habitaciones: un buen colchón, mosquiteros, baño y ducha, lujos propios de la gran ciudad (Pinel, nuestro chef emberá, realmente se esmeró en la presentación de las viandas que nos alimentarían durante tres días). 
Al día siguiente, nos esperaba una de las sorpresas más lindas del recorrido: una pareja de trogones culinegros, fueron descubiertos por la experta mirada del abuelo Cirilo y de Miguel, nuestro guía oficial. 
Esas aves competían en color con las flores encontradas a lo largo del viaje. 
Para el martes, una exploración en lancha, río arriba, acompañados por Chichi y unas niñas emberás, conoceríamos además de otras aves y mariposas, el método de lavar oro que desde tiempos inmemoriales practican los nativos de esta región. 
En la tarde, tendríamos una sesión especial con los miembros de la comunidad, donde al ritmo de la danza en homenaje al gavilán blanco (farí-farí), la danza de la flor, el duelo de la pareja emberá (mukimá), fuimos tatuados por la mano hábil de la abuela Elina, quien trazó líneas inmemoriales, especiales para nosotros. 



Tres noches y sus días bastaron para reconocer la bondad, la armonía y tradición conservada del pueblo emberá de La Marea. Al regreso, ya sentíamos nostalgia por la huella indeleble que en nuestro ánimo, hicieron los niños, los abuelos y los jóvenes este pueblo de Darién.


Niños emberá leyendo el único semanario en Chiriquí con más
de veinte años de circulación: Culturama.